3 1 Y ella vivió con su suegra, y Naomi su suegra le dijo a ella: "Hija mía, yo debía buscar
seguridad para ti, para que las cosas te vayan bien. 2 Ahora bien, ¿no es Boaz nuestro pariente
que tú estuviste con sus muchachas? El va a estar aventando cebada esta noche en la era. 3 Así
que báñate, úngete, ponte buenas ropas, y ve a la era; pero no reveles tu presencia al hombre
hasta que él haya terminado de comer y beber. 4 Entonces, cuando él se acueste, toma nota donde
se acuesta; más tarde, ve, descubre sus pies, y acuéstate. El te dirá lo que hacer." 5 Ella respondió:
"Yo haré todo lo que tú me digas."
6 Ella descendió a la era e hizo todo lo que su suegra le había instruido. 7 Después que
Boaz había terminado de comer y beber y su corazón estaba alegre, fue a acostarse en un extremo
de una pila de grano. Ella se escurrió secretamente, descubrió sus pies y se acostó. 8 En el medio
de la noche el hombre se sorprendió y se dio vuelta, y – ¡había allí una mujer a sus pies! 9 El
preguntó: "¿Quién eres tú? Y ella respondió: "Yo soy tu sirvienta Rut, extiende tu manto sobre tu
sirvienta, porque tú eres un pariente cercano.[ 14] 10 El dijo: "Que YAHWEH te bendiga, hija mía.
Tu bondad postrera es mejor que la primera, en que no fuiste tras los muchachos jóvenes, ni los
ricos ni los pobres.[15] 11 Y ahora, hija mía, no temas. Yo haré por ti todo lo que digas, porque
toda la tribu de mi pueblo sabe que tú eres una mujer de buen carácter moral. 12 Ahora bien, es
verdad que yo soy un pariente que te puede redimir; pero hay un pariente más cercano que yo que te puede redimir. 13 Quédate esta noche. Si en la mañana él te redime, ¡bien! – que te redima. Pero
si él no quiere redimirte, entonces, como vive YAHWEH, yo te redimiré. Ahora, acuéstate hasta la
mañana."
14 Ella se acostó a sus pies hasta la mañana; entonces, antes de que fuera suficientemente
claro para que la gente se pudiera reconocer el uno al otro, ella se levantó; porque él dijo: "Nadie
debe saber que la mujer vino a la era." 15 El también dijo: "Trae el delantal que estás usando y
sostenlo." Ella lo sostuvo mientras él echaba seis medidas de cebada en ello; después ella fue a la
ciudad.
16 Cuando ella fue a su suegra, ella dijo: "¡Mi hija!" Ella le dijo todo lo que el hombre
había hecho por ella. 17 Entonces añadió: "El me dio seis medidas de cebada, porque él me dijo:
"No debes regresar a tu suegra sin nada." 18 Naomi dijo: "Hija mía, sólo quédate donde estás
hasta que sepas como se resuelve el asunto; porque él hombre no descansará hasta que no
resuelva el asunto hoy."